“Si se concentra en la venganza, se mantienen frescas las heridas que de otro modo habrían sanado.“

Adeline Yen Mah

Hace no mucho escribí sobre la gestión de las emociones, dejo por aquí el post para que sepas a cuál me refiero. En este post os dejo algunas herramientas y técnicas que he ido escribiendo desde que tengo el blog para identificar emociones, gestionar, etc.

Y os lanzaba que escribiría más en profundidad de cada una de las emociones, cómo se manifiestan, cómo influyen estas emociones en nuestro día a día, y alguna herramienta o idea para saber gestionar estas emociones universales. Además, comenté que, si queríais que empezara por alguna en concreto y por privado, tanto en comentarios, el ganador fue la venganza, así que aquí le traigo.

Antes de nada, decir que no debemos negar las emociones, hacer esto va a influir de manera negativa en nosotros. Tenemos que dejar salir las emociones, saber detectarlas, aceptarlas y gestionarlas. Y no tenemos que avergonzarnos por ello, todos en algún momento hemos sentido estas emociones, la diferencia está en qué hagamos con ellas.

Y, antes de nada, toda esta información es desde mi experiencia y formación como coach, en absoluto quiero darme de experta en el tema, ni por supuesto estoy formada en psicología, simplemente escribo sobre lo que sé y he vivido durante mi formación y experiencia como coach. Puedo estar equivocada y alguien formado en este podrá rebatirme, añadir más información, comentar que algo puede ser erróneo, por supuesto.

Cómo se manifiesta la emoción de venganza

La emoción de venganza es una respuesta emocional compleja que puede manifestarse de diferentes formas en nosotros. A continuación, te dejo algunas de las formas más comunes en las que se puede manifestar:

1. Ira y hostilidad: La venganza a menudo se asocia con sentimientos intensos de ira y hostilidad hacia la persona, momento o entidad que se considera responsable de la ofensa o daño sufrido. Estos sentimientos pueden ser abrumadores y generar una motivación para buscar algún tipo de represalia. Por supuesto, cuando alguien esté enfadado, no querrá decir siempre que quiera venganza, simplemente estos sentimientos forman parte cuando una persona siente venganza por algo o alguien.
2. Pensamientos obsesivos: La persona que experimenta la emoción de venganza puede verse atrapada en pensamientos obsesivos, en primer lugar, sobre ese hecho o persona que le ha generado esa emoción de venganza y, por otro lado, sobre cómo hacerle daño a la persona o entidad que perciben como responsable de la injusticia sufrida. Estos pensamientos pueden consumir gran parte de su energía mental y afectar su capacidad para concentrarse en otras áreas de la vida. También decir que, las bromas, planear u organizar bromas no entran dentro de esto.
3. Deseo de justicia: La venganza a menudo surge de un deseo de justicia, de que la persona responsable pague por sus acciones. La persona que busca venganza puede sentir que el sistema legal o las normas sociales no son suficientes para castigar adecuadamente al perpetrador, lo que alimenta su deseo de tomar la justicia en sus propias manos. O en un ámbito más pequeño, que la persona sobre la que siente esta venganza haya sido injusta, sin necesitad de entrar en temas legales.
4. Planificación y ejecución de represalias: Algunas personas pueden sentir una fuerte necesidad de llevar a cabo represalias directas contra la persona/s o entidad que perciben como responsable de la injusticia. Esto puede implicar la planificación de acciones destinadas a dañar o perjudicar a la otra parte, ya sea física, emocional o socialmente. Como digo, estas acciones serán intencionadas. Y cuando una persona pretende hacer daño suele notarse, tener una mirada fija en esa persona responsable, micro expresiones de asco, refunfuñar o hablar mal de esa persona, etc. Suele ser bastante detectable.
5. Sentimiento de satisfacción: Para algunas personas, la venganza puede proporcionar un sentido temporal de satisfacción o alivio emocional. Sentirse capaz de tomar represalias puede hacer que se sientan empoderadas y restaurar su sentido de equilibrio o justicia en la situación.

Es importante tener en cuenta que la venganza no siempre es una respuesta saludable o constructiva a la injusticia. Puede generar un ciclo interminable de resentimiento y violencia, y afectar negativamente la salud mental y las relaciones personales. En muchos casos, es recomendable buscar formas más positivas de gestionar los sentimientos de injusticia y buscar la resolución pacífica de los conflictos.

En este enlace, te dejo todos los posts sobre la gestión de conflictos y herramientas que igual pueden ayudarte.

Cómo influyen la venganza en nuestro día a día

La venganza tiene un impacto significativo en nuestro día a día, tanto a nivel emocional como en nuestras relaciones y bienestar general. A continuación, te presento algunas formas en las que la venganza puede influir en nuestra vida cotidiana:

1. Distracción y obsesión: La venganza puede consumir nuestros pensamientos y energía mental. Nos obsesionamos con la idea de hacerle daño a la otra persona o entidad, lo que puede dificultar nuestra capacidad para concentrarnos en otras áreas de nuestra vida, como el trabajo, los estudios o las relaciones personales.
2. Estrés y malestar emocional: Sentir deseos de venganza y albergar resentimiento pueden generar un nivel constante de estrés y malestar emocional. Estos sentimientos negativos pueden afectar nuestra calidad de vida y nuestro bienestar general, incrementando los niveles de ansiedad, frustración e irritabilidad.
3. Impacto en nuestras relaciones: La venganza puede afectar nuestras relaciones personales de diversas formas. Puede generar tensiones y conflictos, ya que nuestro deseo de venganza puede llevarnos a actuar de manera hostil o agresiva hacia la persona que consideramos responsable. Además, la obsesión con la venganza puede hacer que descuidemos nuestras relaciones y nos alejemos de las personas que nos importan.
4. Ciclo interminable de conflicto: La venganza puede generar un ciclo interminable de conflicto y represalias. Cuando nos vengamos de alguien, es posible que esa persona, a su vez, sienta deseos de venganza hacia nosotros, lo que puede perpetuar una espiral de hostilidad y resentimiento. Esto puede dificultar la resolución pacífica de los conflictos y mantenernos atrapados en un ciclo negativo.
5. Pérdida de energía y enfoque: El deseo de venganza requiere una gran cantidad de energía emocional y mental. Nos distrae de otras áreas importantes de nuestra vida y nos impide centrarnos en aspectos positivos y constructivos. En lugar de invertir nuestra energía en metas personales, crecimiento emocional o relaciones saludables, la venganza nos consume y nos impide avanzar.

Emociones o sentimientos que van de la mano de la venganza

La venganza suele estar asociada con una serie de emociones y sentimientos intensos. A continuación, os dejo algunos de los más comunes:

Terminando…

Escribiendo este post, me he sentido continuamente con la sensación de tener que justificarme. Por última vez, quiero dejar claro que toda esta info es de mi trabajo y formación como coach, cualquier profesional en psicología podrá dar más información, incluso con más criterio. Así que por favor comprender que este post simplemente es para dar pinceladas, tips, y alguna herramienta sobre esta emoción, en ningún momento para entrometerme en una ciencia como la psicología mucho más compleja que todo esto.

Todo lo que he escrito por supuesto, podrá tener sus críticas, sus aceptaciones, estar o no de acuerdo, cosas que el motivo no sea el correcto, etc., simplemente cualquier información errónea, o que queráis añadir estáis más que invitados a dejarlo en comentarios o escribirme para colaborar sobre este tema.

Por último, no he dejado una sección específica de técnicas y herramientas porque arriba os dejo un enlace a todos los posts que he escrito sobre conflictos que pueden ayudar en la resolución y mitigar esta emoción de venganza, si estáis interesados en más no dudéis en decirme, ya que los que comento requiere de una persona diferente para gestionarlo, y normalmente una persona que tenga ganas de venganza, no lo dirá así fácilmente.

¡Feliz miércoles!