“No es el conocimiento, sino el acto de aprendizaje; y no la posesión, sino el acto de llegar a ella, lo que concede el mayor disfrute.”
CARL FRIEDRICH GAUSS

Si recordáis hace tiempo escribí sobre cosas relacionadas con el aprendizaje, os dejo aquí estos posts:

• La curva del aprendizaje
• Enemigos del aprendizaje
• Cono de aprendizaje de Edgar Dale
• Las cuatro etapas del aprendizaje
• La curva del olvido de Ebbingaus

Y a raíz de este último post sobre quería compartir algunas técnicas para evitar esa curva del olvido, para retener mejor la información.

La curva del olvido es un fenómeno en el que olvidamos información a medida que pasa el tiempo después de haberla aprendido. Para evitar esta curva y retener mejor la información a largo plazo, aquí te comparto algunas técnicas de estudio que puedes utilizar y que en mayor o menor medida me han ayudado:

Espaciado de la repetición

Consiste en repetir la información a intervalos de tiempo cada vez mayores. Por ejemplo, si aprendes una nueva palabra en un idioma, puedes repasarla después de 10 minutos, después de una hora, después de un día, después de una semana, etc. Esto ayuda a consolidar la información en la memoria a largo plazo.

La técnica de espaciado de la repetición se basa en la idea de que la repetición a intervalos de tiempo cada vez mayores ayuda a consolidar la información en la memoria a largo plazo. Esta técnica es una forma eficaz de combatir la curva del olvido.

El proceso básico de esta técnica es el siguiente:

1. Aprende nueva información: esto puede ser cualquier cosa, desde vocabulario en un nuevo idioma hasta conceptos complejos en un tema.
2. Repasa la información a los 10 minutos: justo después de haber aprendido la información, repasa y recuerda lo que has aprendido. Esto ayuda a consolidar la información en la memoria a corto plazo.
3. Repasa la información después de una hora: después de haber pasado una hora desde la primera revisión, vuelve a repasar la información y asegúrate de que aún la recuerdas.
4. Repasa la información después de un día: después de haber pasado un día desde la segunda revisión, repasa la información una vez más. Si aún la recuerdas, entonces es probable que se haya consolidado en tu memoria a largo plazo.
5. Repasa la información después de una semana: después de haber pasado una semana desde la última revisión, repasa la información una vez más. Si aún la recuerdas, entonces es probable que la información se haya consolidado en tu memoria a largo plazo.
6. Repasa la información después de un mes: después de haber pasado un mes desde la última revisión, repasa la información una vez más. Si aún la recuerdas, entonces es muy probable que la información se haya consolidado en tu memoria a largo plazo.

Es importante tener en cuenta que el tiempo entre las repeticiones puede variar según la persona y la complejidad de la información. Algunas personas pueden necesitar más tiempo para consolidar la información en la memoria a largo plazo, mientras que otras pueden necesitar menos.

Además, la técnica de espaciado de la repetición se puede aplicar en varios formatos, desde escribir tarjetas de memoria hasta usar aplicaciones específicas para el espaciado de la repetición. Lo importante es encontrar un sistema que funcione para ti y seguirlo de manera constante.

Para estudiar inglés, verbos irregulares, vocabulario, esta técnica me ha aportado muchísimo.

Toma notas

Escribir notas mientras se estudia es una técnica efectiva para recordar la información. Trata de escribir en tus propias palabras para procesar mejor la información y organizarla en categorías y conceptos.

Tomar notas es una técnica muy efectiva para mejorar la retención y comprensión de la información. Aquí te explico cómo puedes aplicarla para maximizar su efectividad:

1. Presta atención y registra la información importante: El primer paso es estar atento a la información que se está presentando. Si la información es verbal, escucha con atención; si es visual, observa con atención. Luego, identifica la información más importante y regístrala.
2. Usa tus propias palabras: Es importante que registres la información en tus propias palabras. Esto no solo ayuda a procesar mejor la información, sino que también te permite recordarla de manera más efectiva. Además, cuando usas tus propias palabras, puedes organizar la información en una forma que tenga sentido para ti.
3. Usa abreviaciones y símbolos: Las abreviaciones y los símbolos pueden ayudarte a escribir de manera más rápida y a capturar más información en menos tiempo. Asegúrate de usar abreviaciones y símbolos que entiendas fácilmente y que no te confundan más tarde.
4. Usa la estructura adecuada: Para que tus notas sean útiles, es importante organizar la información de manera lógica y estructurada. Puedes usar viñetas, subrayados, o números para organizar la información en una jerarquía lógica.
5. Usa colores: Si te resulta útil, puedes usar diferentes colores para resaltar la información importante y hacer que tus notas sean más visuales. Los colores pueden ayudar a la memoria visual y facilitar la asociación de información.
6. Revisa tus notas: Revisa tus notas regularmente para asegurarte de que entiendes la información y para refrescar tu memoria. Puedes hacer esto justo después de haber tomado las notas, antes de un examen, o cuando necesites utilizar la información en una tarea o proyecto.

Recuerda que las notas son una herramienta para ti, por lo que debes adaptarlas a tus necesidades y estilo de aprendizaje. Además, la calidad de tus notas también depende de la calidad de la información que recibes, por lo que es importante estar atento y ser selectivo al tomar notas.

A día de hoy, para cualquier cosa uso esta técnica en formato digital.

Realiza pruebas

Hacer pruebas después de estudiar un tema ayuda a consolidar la información y a identificar cualquier área que aún necesite trabajo. Puedes hacer preguntas a ti mismo o pedirle a alguien más que te haga preguntas.

La técnica de realizar pruebas, también conocida como testing, es una técnica muy efectiva para mejorar la retención y recuperación de la información. Básicamente, consiste en recuperar la información de la memoria en lugar de simplemente leerla o escucharla. Aquí te explico cómo puedes aplicar esta técnica para maximizar su efectividad:

1. Crea preguntas: El primer paso es crear preguntas sobre la información que estás tratando de aprender. Las preguntas deben ser específicas y enfocadas en la información más importante. Por ejemplo, si estás estudiando historia, puedes crear preguntas como «¿Cuáles fueron las causas de la Primera Guerra Mundial?» o «¿Quiénes fueron los líderes de la Revolución Francesa?».
2. Contesta las preguntas: Una vez que hayas creado las preguntas, trata de responderlas de memoria. Puedes hacer esto escribiendo las respuestas en una hoja de papel o en una aplicación de notas, o simplemente diciéndolas en voz alta. Trata de responder las preguntas sin mirar tus notas o apuntes.
3. Verifica las respuestas: Después de haber contestado las preguntas, verifica las respuestas y corrige cualquier error que hayas cometido. Este paso te ayuda a identificar las áreas en las que necesitas trabajar más y a refrescar tu memoria con la información correcta.
4. Repite el proceso: Repite el proceso varias veces, con preguntas diferentes o variando las palabras de las preguntas originales. Esto te ayuda a consolidar la información en la memoria a largo plazo y a hacer que la recuperación de la información sea más fácil y rápida.

La técnica de realizar pruebas se puede aplicar en diferentes formatos, desde preguntas y respuestas escritas hasta pruebas orales con un compañero o en solitario. Lo importante es que te sientas cómodo con el formato que elijas y que lo apliques de manera consistente. Además, es importante recordar que la calidad de las preguntas es fundamental para el éxito de esta técnica. Asegúrate de crear preguntas que sean relevantes y enfocadas en la información más importante.

Asocia información nueva con información existente

Trata de conectar la nueva información con lo que ya sabes para crear asociaciones y ayudar a recordarla. Puedes hacer esto mediante analogías, ejemplos o metáforas.

La técnica de asociar información nueva con información existente es una estrategia de aprendizaje efectiva que implica conectar la nueva información que se está aprendiendo con el conocimiento previo ya existente en la memoria. Aquí te explico cómo puedes aplicar esta técnica para maximizar su efectividad:

1. Identifica el conocimiento previo: El primer paso es identificar el conocimiento previo que ya tienes sobre el tema que estás aprendiendo. Esto puede incluir conceptos, términos, ejemplos o experiencias relacionadas con el tema.
2. Establece conexiones: Una vez que hayas identificado el conocimiento previo, trata de establecer conexiones entre este y la nueva información que estás aprendiendo. Esto puede implicar encontrar similitudes o diferencias entre los conceptos, o hacer analogías para comparar la nueva información con situaciones o experiencias cotidianas.
3. Crea asociaciones visuales: Las asociaciones visuales pueden ser muy efectivas para recordar información. Trata de crear imágenes mentales o diagramas que representen la información y las relaciones entre los conceptos.
4. Repite y practica: Es importante repetir y practicar la asociación de la nueva información con el conocimiento previo para consolidar la información en la memoria a largo plazo. Puedes hacer esto revisando tus notas, practicando ejercicios, o enseñando la información a otra persona.

Esta técnica es particularmente útil cuando se trata de información compleja o abstracta, ya que ayuda a crear un marco de referencia para entender la nueva información. Además, al establecer conexiones entre la nueva información y el conocimiento previo, se pueden generar asociaciones más significativas y memorables.

Terminando…

Recuerda que no hay una técnica única que funcione para todos. Prueba diferentes técnicas y encuentra la que mejor funcione para ti y el tipo de información que estás estudiando.

¡Feliz miércoles!