[Evento] BAOS 2025: Celebrando 10 años de comunidad

“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.”

Proverbio africano

Este pasado sábado 5 de abril tuve el placer de asistir al BAOS 2025 (Big Agile Open Space), un evento muy especial celebrado en las oficinas de Kairós DS, que este año cumplía nada más y nada menos que su décimo aniversario. Y sí, pagué la entrada sabiendo que no iba a entrar a charlas. ¿Por qué? Porque quería vivirlo desde otro ángulo: mariposeando, ayudando, conectando, aportando desde la perspectiva de Agile Spain, y, sobre todo, disfrutando de lo que más me gusta de este tipo de eventos: las personas

Desde primera hora de la mañana se respiraba comunidad, ilusión y mucha energía. La jornada arrancó con un desayuno que sabía a hogar: churros, porras, chocolate caliente, café y mil cosas más para empezar con fuerzas. Entre risas y saludos, fuimos entrando en calor mientras los tableros verdes de la parrilla del Open Space empezaban a llenarse con propuestas súper interesantes. Aunque esta vez no me sumé a ninguna charla en concreto, el ambiente de aprendizaje era contagioso.

Los organizadores, fácilmente reconocibles por sus delantales blancos, se encargaron de que todo saliera a la perfección. Desde coordinar los espacios hasta servir la comida, estaban en todo, siempre con una sonrisa y con esa actitud de servicio que define tan bien al espíritu BAOS. Entre ellos, destacar a Joao, uno de los fundadores del evento, que además de estar presente y participar activamente, tuvo el detallazo de donar muchos libros, uno de los cuales se entregó a cada asistente como regalo conmemorativo. Un gesto precioso que refleja el cariño y el compromiso con la comunidad.

Y como no podía ser de otra forma, este 10º aniversario se celebró como merece: con tarta, confeti de emociones y una comida de diez. La paella, servida por los mismos organizadores con guantes, delantal y muchas ganas, estaba increíble. Había varias opciones, incluido arroz negro, para todos los gustos. Fue un momento de encuentro, de conversaciones sin prisas, de reconocerse en el otro y de compartir experiencias con gente nueva y también con viejos amigos.

Entre las actividades más entrañables del día, me encantó la dinámica con la cámara instantánea (tipo Insta), con la que cada persona podía sacarse una foto y pegarla en un álbum con recuerdos del evento. Una forma súper bonita y tangible de llevarse un pedacito del día, no solo en la memoria, sino también en papel. En un rincón especialmente acogedor, pude ver a varias personas decorando el álbum con dibujos, pegatinas y frases que nos arrancaban sonrisas.

También fue un gustazo ver a Belén en acción, haciendo una maravillosa facilitación gráfica que capturó toda la esencia del día en ilustraciones llenas de color y sentido. Su trabajo fue como una ventana visual al corazón del BAOS, un resumen creativo y emocional que nos ayudó a poner en palabras (¡y dibujos!) lo vivido.

Aunque no participé directamente en las sesiones, el hecho de estar allí con el rol que escogí de “mariposa” de un me permitió hablar con muchísima gente, ayudar a quienes lo necesitaban, apoyar en la logística, y, sobre todo, escuchar. Escuchar historias, necesidades, ideas locas, retos compartidos y sueños por construir. Salieron posibles colaboraciones, nacieron conexiones y se fortalecieron lazos. Y eso, para mí, vale oro.

Y como si todo eso fuera poco, cerramos el día con un divertido Mannequin Challenge que grabamos entre todos. Un momento de juego colectivo, de coreografía improvisada y de pura risa. Porque en el BAOS también hay espacio para el juego, la improvisación y la espontaneidad. Porque Agile, al final, también va de eso: de adaptarse, fluir y disfrutar del viaje.

Después del evento, como es costumbre, nos fuimos un rato a por unas cañas. Porque la jornada no termina con el último post-it, sino que se extiende entre conversaciones informales, risas compartidas y ganas de seguir construyendo comunidad.

Me fui a casa con el corazón lleno, la agenda más llena aún (¡hola nuevas ideas y proyectos!), y la sensación de haber vivido un día que celebra lo mejor de nuestra profesión: la colaboración auténtica, el aprendizaje mutuo y el valor de compartir desde lo humano.

Gracias a todo el equipo organizador del BAOS por cuidar cada detalle, por seguir haciéndolo posible tras 10 ediciones y por regalarnos este espacio donde cada quien puede encontrar su lugar, tanto si lidera una charla como si, como en mi caso, decide simplemente estar, observar y apoyar.

Nos vemos en el próximo 🧡

¿Nunca has ido a un BAOS? Entonces tienes que vivirlo

Si nunca has asistido a un Big Agile Open Space, déjame decirte que te estás perdiendo una experiencia que va mucho más allá de lo profesional. Aquí no se trata solo de aprender sobre metodologías ágiles, herramientas o frameworks; se trata de vivir la esencia de la comunidad Agile, de sentir el poder de las conexiones reales, de intercambiar ideas sin jerarquías ni ego, y de descubrir que siempre tienes algo que aportar… incluso cuando “solo vas a mariposear”.

El BAOS no es un congreso ni una conferencia al uso. Es una experiencia colaborativa donde tú decides qué quieres aprender, qué quieres compartir o simplemente desde dónde quieres observar. Y todo eso rodeado de gente generosa, inquieta y con ganas de mejorar, no solo su trabajo, sino también su forma de estar en el mundo.

Así que si alguna vez te lo estás pensando… no lo dudes. Apúntate. Participa. Y vive el BAOS.

Por cierto, que no se me olvide, gracias al equipo organizador, os los dejo etiquetados a continuación ya que merecen un reconocimiento especial: