“No existen preguntas sin respuesta, solo preguntas mal formuladas.”
Laurance Fishburne – Morfeo
Una de las cosas que nos enseñan en Coaching son las preguntas poderosas, una de las herramientas más importantes. Es por ello que hoy quería hablar sobre ellas. Además, es una herramienta que podemos utilizar en nuestro día a día sin necesidad de ser en un entorno profesional.
En el arte de preguntar utilizamos preguntas poderosas. En mi opinión, las preguntas poderosas tienen dos características más principales:
- Están orientadas hacia el futuro. Conducen a la acción. Están orientadas hacia la meta y no hacia el problema.
- Y son preguntas abiertas, es decir, obtenemos como respuesta una frase, de una reflexión profunda de la otra persona. En cambio, las preguntas cerradas, obtenemos como respuesta un sí o un no, sin ningún tipo de reflexión adicional.
En resumen, las preguntas poderosas son aquellas que generan impacto en el otro.
En Coaching, únicamente usamos preguntas cerradas cuando queremos obtener la confirmación de algo dicho por nuestro cliente. Pero cuando queremos crear reflexión y movimiento, usamos las preguntas abiertas, que nos dan información más amplia. Estas inician normalmente con alguna de las siguientes palabras: qué, cuál, cómo, dónde, en qué, en cuál, en dónde …
Algunos ejemplos son:
Preguntas Abiertas:
- ¿Cuál es la solución?
- ¿Qué les hizo actuar así?
- ¿Qué necesito para lograrlo?
- ¿Qué me aporta esta experiencia?
Preguntas Cerradas:
- ¿Lo puedes resolver?
- ¿Actuaron bien?
- ¿Lo vas a lograr?
- ¿Te gustó la experiencia?
Y dentro de las preguntas abiertas podemos tener:
Preguntas que son una invitación para que el cliente decida sus objetivos:
- ¿Qué te gustaría…?
- ¿Qué objetivos tienes…?
Preguntas que invitan a visualizar el futuro y a ver diferentes opciones y a crear posibilidades:
- Si pudieras…. ¿Cómo te gustaría…?
- Imagina que… ¿Qué pasaría…?
- Y ¿qué pasaría si…?
Preguntas que empujan a que cliente saque a la luz sus limitaciones:
- ¿Qué se interpone para….?
- ¿Qué te impide…?
Preguntas que invitan al cliente a cambiar de perspectiva y a tomar consciencia:
- ¿Cómo te hace sentir…?
- ¿Con qué herramientas cuentas para…?
Preguntas que sitúan toda la responsabilidad del asunto en manos del cliente:
- ¿Cómo te gustaría…?
- ¿En qué medida vas a…?
- ¿Qué paso te gustaría dar para…?
Preguntas que invitan al cliente a pasar a la acción:
- ¿Qué vas a hacer para…?
- ¿Qué te gustaría incluir en el plan para…?
Las preguntas que formule el coach tendrán por objetivo ayudar al cliente a ser consciente y a que vea en qué forma está planteando el asunto. El objetivo de las preguntas del coach no es hallar la respuesta a las preguntas para las que el cliente desea tener una respuesta, sino ayudar al cliente a que sea consciente de la manera en que formula y da forma a la cuestión que desea resolver.
El coach no se centra en la situación expuesta por el cliente sino en la manera en cómo éste se relaciona con la situación en cuestión. Las preguntas poderosas, una de las armas más potentes de todo coach, son clave para ayudar a poner a cliente en situación de tomar perspectiva, consciencia y decisión, para finalmente pasar a la acción. Por eso son poderosas, porque son la llave para empezar a caminar hacia la meta que se desea alcanzar.
Terminando…
Esto es una herramienta que me enseñaron en el master de Coaching, no obstante, me parece tan poderoso que se puede utilizar en otros ámbitos, para ayudar a amigos o familiares.
Además, como scrum masters, son muy poderosas en nuestras retrospectivas, o en cualquier momento de sprint y rol. Como agile coach ya ni te cuento.
¿Qué os parece? En un post en el futuro, crearé una lista de preguntas poderosas orientadas al mundo de la agilidad, retrospectivas, etc.
¡Feliz miércoles!
Un comentario sobre “El arte de preguntar”