“Cuanto más duro sea el conflicto, más glorioso el triunfo”
Thomas Paine
Como sabéis, los conflictos son algo habitual en a vida, los tenemos en nuestro día a día, incluso a la hora de tomar decisiones, existen pequeños conflictos de intereses (ya escribí sobre esto, te dejo aquí el post).
Ya he escrito varias veces sobre este tema de los conflictos, ya que creo que es muy importante saber llevar cierto tipo de situaciones para nuestro bienestar, y el de lo demás.
Hoy he querido abordar este tema desde otro punto diferente a anteriormente, conflictos que pueden surgir en las organizaciones, en nuestros trabajos, en el día a día laboral, ya que las personas pasamos gran parte del día en el trabajo, y es lógico que, después de tantas horas, se puedan generar conflictos.
Los tipos de conflictos descritos posteriormente, son los que yo he podido ver durante mi experiencia, si queréis añadir más que hayáis observado, os lo agradezco mucho, está muy bien saber identificar los problemas laborales, puesto que si no puede acarrear consecuencias mayores.
Saber solventar estas situaciones desde una estrategia ganar/ganar, lleva a una gran mejora para todas las partes afectadas, pero para ello primero tenemos que saber identificar estos conflictos, así que vamos a ellos.
1. Conflicto de intereses
Cuando se lleva mucho tiempo en una empresa, y ya uno está un poco quemado, al final se acaba mirando por uno mismo, por eso aparece este tipo de conflicto.
La comprensión de cómo los intereses y objetivos personales encajan dentro de la estructura de la organización puede aliviar los problemas de conflicto de intereses.
Cuando las metas personales de un individuo están en contradicción con los objetivos de la organización, el individuo puede tener la tentación de luchar por sus metas personales, creando una situación de conflicto que dificulta el éxito del proyecto.
2. Relaciones interpersonales
Como es lógico, las personalidades que existen en una empresa, de la gente involucrada en los conflictos, pueden ser totalmente diferentes y cada uno tener una visión completamente diferente. Esto juega un papel importante en los conflictos y en la resolución de los mismos.
A menudo, el conflicto es el resultado de las relaciones interpersonales en que las partes en conflicto no son capaces de resolver problemas personales con los demás. No siempre es fácil dejar a un lado los prejuicios personales al entrar en un lugar de trabajo, pero es importante reconocer cuáles son esos prejuicios y tratarlos antes de que surjan conflictos.
En este tipo de conflictos se puede dar conflictos por falta de trabajo en equipo, y conflictos por falta de comunicación.
Falta de trabajo en equipo
El trabajo en equipo es una de las competencias más valoradas por los reclutadores, porque cuando un empleado trabaja en equipo, la creatividad y el aprendizaje de éstos mejora, su nivel de estrés se reduce y el desempeño y la productividad aumentan.
Ahora bien, en los casos en los que los trabajadores deciden ir por su cuenta y el trabajo en equipo no se manifiesta en la empresa, es posible que se generen conflictos.
Falta de comunicación
La falta de comunicación es otra de las causas que pueden provocar conflictos serios en el trabajo, porque cuando un empleado o superior falla a la hora de comunicar (o enviar los mensajes necesarios) a otros trabajadores los problemas pueden aparecer.
La mala comunicación puede presentarse como desinformación o mala información. En el primer caso, la información no llega; en el segundo caso, la información llega mal.
La comunicación es esencial para el buen desempeño de la labor profesional. Un tipo de comunicación que debe ser tenida en cuenta y a la que debe darse un trato cuidadoso son las directrices poco claras.
La falta de comunicación en la normativa empresarial o en los objetivos que se espera de un empleado, puede causar lo que se conoce como conflicto de rol, en otras palabras, no tener una idea correcta de lo que se debe hacer o de lo que se espera de un trabajador. El conflicto de rol crea conflictos entre trabajadores y, además, es una de las causas más comunes de estrés laboral.
3. Compañeros o jefes tóxicos
Otro tema que puede generar grandes conflictos es el de tener gente tóxica a tu alrededor (lo que afecta también al trabajo en equipo).
Las personas tóxicas crean mal ambiente por donde van, especialmente en el trabajo. Los compañeros tóxicos se identifican porque por donde pisan acaban mal con todo el mundo y crean conflictos donde no los hay.
Les gusta meterse donde no les llaman, quieren ser el centro de atención y suelen ser las típicas personas conocidas como falsas y criticonas.
Pueden ser tanto los compañeros de trabajo los que intoxiquen el ambiente de trabajo, como los jefes, ya sea por su mala gestión o por su personalidad, te hagan la vida imposible.
En este sentido, cuando hablamos de jefes, la explotación por parte de estos también puede generar conflictos con los trabajadores, por ejemplo, si el trabajador no siente que recibe una remuneración justa o percibe que está trabajando en exceso (más horas de las que debería) puede acabar mal con la empresa y con otros trabajadores.
4. Compañeros que no trabajan bien
Cuando un compañero no rinde como debería rendir los conflictos pueden aparecer (este es un caso que yo viví personalmente, si quieres saber más puedes ver este vídeo donde cuento algo).
Cuando alguien no realiza bien su trabajo acabará interfiriendo en el tuyo, y en el de los demás y posiblemente, hará que tengas que hacer el suyo y trabajar más. Lo que acaba quemando a las personas y generando mal estar y conflictos.
5. Rotaciones o cambios de empresas
Las rotaciones en las empresas es algo bastante habitual y esto puede generar conflictos de distintos tipos.
Por ejemplo, los recortes de personal pueden llevar a los empleados a sentirse incómodos y desmotivados; o los cambios en la cúpula directiva pueden conducir a políticas nuevas que nos sean bien vistas por los empleados, especialmente los más veteranos.
En definitiva, estas disrupciones pueden hacer que el progreso que se había realizado hasta el momento quede truncado hasta que se dé una nueva situación de reajuste.
6. Conflictos por valores
Puede ocurrir que nosotros tengamos muy claros los valores de la empresa y que nos guste mucho nuestro trabajo, por lo que rendiremos a un nivel óptimo (os dejo un post sobre mis valores a la hora de abordar un conflicto).
Pero puede ser que algún compañero nuestro no se sienta igual que nosotros en este aspecto. Esto puede provocar que, en el caso de este último, su rendimiento sea bajo y esté desmotivado. Esto puede crear un mal ambiente entre compañeros.
Terminando…
Como he comentado antes, son temas que yo he ido viendo en mi experiencia, seguramente haya mucho más que tengamos que tener en cuenta, si se os han dado más casos que han generado conflictos, me gustaría que lo comentaseis y así aprender de todos.
Más adelante, escribiré cómo poder tratar estos tipos de conflictos para que no vayan a más y solventarlos de la mejor manera.
¡Feliz miércoles y resto de semana!
Un comentario sobre “6 tipos de conflictos en las organizaciones”