Cómo la inteligencia artificial está transformando la experiencia de usuario

5
(9)

«La inteligencia artificial es el próximo gran avance en la informática. Será incluso más revolucionaria que internet.»

Bill Gates, Cofundador de Microsoft

¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo afecta la Inteligencia Artificial en tu día a día?

La IA está presente en nuestro día a día de forma invisible, desde el reconocimiento facial en el móvil hasta las recomendaciones en Netflix. Afecta a la forma en que trabajamos, consumimos información, interactuamos con el mundo y tomamos decisiones. Aunque aún está en desarrollo, su potencial para mejorar nuestras vidas es enorme”, según Gemini [https://gemini.google.com/]

La IA impacta nuestra vida diaria al mejorar la eficiencia en tareas cotidianas como búsquedas en internet, recomendaciones de productos, asistentes virtuales y diagnósticos médicos, transformando cómo trabajamos, aprendemos y nos comunicamos”, según ChatGPT [https://chat.openai.com/]

En efecto, la IA está más presente en nuestro día a día de lo que pensamos. Comienza en el momento en el que desbloqueamos el teléfono móvil mediante reconocimiento facial. Y posteriormente, entramos a escribir un mensaje por una aplicación móvil. Empezamos a escribir, y el teclado predictivo nos sugiere palabras para la frase que estamos escribiendo. Luego, nos equivocamos, y entonces entra en escena el corrector automático (aunque a veces corrija algo que no queramos, ¡hemos de admitir que nos ha salvado muchas veces de escribir cosas dañinas a la vista!). Después, nos movemos hacia una aplicaciones de contenido social, como pueden ser Facebook, Instagram o YouTube, entre otras. Y vemos como constantemente aparecen anuncios personalizados, anuncios relacionados con nuestros gustos y preferencias. Además, vemos contenido interesante, pero que está en un idioma que desconocemos, y hacemos uso del traductor automático para saber qué dice, o incluso si no podemos escuchar el contenido en ese momento, activamos los subtítulos automáticos en ese momento.

Estos son ejemplos muy sencillos de los casos de uso más cotidianos de la inteligencia artificial, pero podemos verla en muchísimos otros casos: cuando vamos a comprar algo online, y aparecen sugerencias de artículos similares, o cuando accedemos a aplicaciones de streaming como Spotify o Netflix, entre otras, y tenemos sugerencias de contenido que se ajusta más a nuestras inclinaciones.

Ahora apuntar un recordatorio que se te viene a la mente mientras te duchas es mucho más fácil utilizando asistentes virtuales que reconocen únicamente nuestra voz, y que además saben responder a nuestras peticiones. Incluso podemos pedir que reproduzca algo de música sin tener que apartar la vista de la carretera mientras conducimos. 

Todo esto, se traduce en un impacto en la experiencia de los usuarios. Hace no mucho, comprar algo de la otra parte del mundo como personas individuales, era impensable. Hoy en día está a un click de distancia. Es por ello que vamos viendo cómo la sociedad, la economía y las comunicaciones se van transformando y adaptando, con mayor o menor velocidad, a las tecnologías emergentes, y con esta transformación de tecnologías, viene ligada una transformación mayormente positiva en la experiencia de usuario. 

Es cierto que emplear inteligencia artificial en las tareas cotidianas, ha simplificado y agilizado mucho nuestras actividades, en prácticamente cualquier ámbito que podamos imaginar. Encontramos inteligencia artificial en la enseñanza, en la medicina, en el deporte, en los videojuegos, en las finanzas, los coches, y hasta en las tareas de casa (sí, cuando activas el robot de limpieza estás utilizando IA).

Un ejemplo muy claro y reciente del impacto de la IA es ChatGPT. Nunca antes un modelo de lenguaje grande (la tecnología detrás de ChatGPT) había estado tan accesible para cualquier persona, y ahora que el acceso es tan sencillo, su aparición ha revolucionado la manera en la que nos comunicamos e interactuamos con la tecnología. Herramientas como ChatGPT de OpenAI, Gemini de Google, Claude de Anthropic, han hecho que el aprendizaje sea mucho más sencillo a la hora de entender conceptos tanto simples como complejos, y han adaptado el lenguaje técnico a un lenguaje más cercano al usuario.

Además, la IA ha inspirado a muchos desarrolladores a realizar diferentes proyectos donde la emplean, como por ejemplo, los extendidos y cada vez más en uso chatbots. Gracias a estos, los usuarios tienen una experiencia mucho más individual y personalizada, se sienten más comprendidos y pueden realizar sus tareas de una manera mucho más ágil.

No obstante, este impacto también puede tener sus inconvenientes. Mucha gente no acaba de entender el alcance de la inteligencia artificial, tal vez debido a una imagen distorsionada por decenas de películas y series en las que diferentes entes inteligentes toman control de nuestro mundo, y piensan por ejemplo en estas distopías como futuras realidades. 

Otras muchas personas muestran un gran rechazo hacia la inteligencia artificial por todas aquellas tareas que va a poder realizar de manera autónoma, y que en principio, va provocar la sustitución de muchas personas por estas máquinas. Lo que no debemos olvidar, es que, como con muchos otros avances, se destruyen ciertas funciones (muchas veces, funciones repetitivas y que restan valor y motivación a la posición de una persona en su trabajo), pero surgen otras nuevas, son avances que suponen cambios en nuestro paradigma actual, y requieren un proceso de adaptación, pero no por ello debemos verlo desde una perspectiva negativa.

Además, desde el punto de vista empresarial, las compañías en sí han de ser cuidadosas, ya que la inteligencia artificial corre el riesgo de crear una pérdida de confianza por parte de los usuarios, si se sienten excesivamente vigilados, monitorizados, o escuchados. Un claro ejemplo de esto, es cuando hablas de un gimnasio con tus amigos y empiezan a salir anuncios de gimnasios en todas tus redes sociales. Es normal alarmarse cuando empiezas a ver en todas partes aquello de lo que estabas hablando no más de 15 minutos atrás.  Aunque, por eso mismo, hemos de recordar que las leyes tanto a nivel nacional como europeo tratan de proteger la privacidad e intimidad de los usuarios, y existen regulaciones para que estas grandes empresas que almacenan cantidades inmensas de información no hagan un mal uso o un uso desleal de ella.

En general, hemos de admitir, que igual que los avances tecnológicos emergentes en las últimas décadas, la inteligencia artificial no deja de ser una herramienta más que podemos utilizar para ayudarnos en el día a día, en muchísimos aspectos diferentes.

Lo que sí es cierto, y tenemos que tener claro, es que, queramos o no, la inteligencia artificial ha venido para quedarse, y está rompiendo muy fuerte. De nosotros depende convertirla en una aliada o una enemiga.

¿Cómo de útil ha sido esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Puntuación media 5 / 5. Recuento de votos: 9

No hay votos hasta ahora! Sé el primero en calificar esta publicación.

Cómo encontraste de útil esta publicación...

¡Sígueme en las redes sociales!

¡Lamento que esta publicación no te haya sido útil!

¡Permíteme mejorar esta publicación!

¿Cuéntame cómo puedo mejorar esta publicación?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.