“El verdadero significado de las cosas se encuentra al tratar de decir las mismas cosas con otras palabras.”
Charles Chaplin
Todas las palabras poseen poderes que no se pueden medir, las palabras tienen papel importante en la inteligencia, así como también son provenientes de los sentimientos, del alma y se almacenan en la memoria.
En «la seducción de las palabras«, Alex Grijelmo hace un análisis de las diversas formas en que se manipula el pensamiento por medio del lenguaje. Para él, «nada podrá medir el poder que oculta una palabra». Existe un poder intrínseco de las palabras, pero el autor prefiere referirse al que puede pasar inadvertido en la comunicación.
Grijelmo define la seducción de las palabras de esta manera:«Cómo se elige cada palabra para el momento adecuado, cómo se expresa con música lo que en realidad es un ruido, cómo se tocan los lugares sensibles de nuestra memoria… Eso es la seducción de las palabras. Un arma terrible»-
Los mecanismos principales que logran seducir de esta manera pueden ser resumidos:
- La historia de las palabras. Al ir cambiando con el tiempo, las palabras se contaminan. Y seducen más las antiguas que las modernas, se realzan y nos permiten recuperar los tiempos que no pudimos vivir.
- El sonido. El sonido similar de dos palabras las aproxima en el diccionario mental. Está el caso por ejemplo de «deseo» y «desexo». El elemento sonido se utiliza en política y en mercadotecnia, pero en especial se usa en literatura, en poesía.
- Las contradicciones. Estas desorientan y embaucan. Otra vez son usadas por los poetas como en «fuego helado» pero se da más entre políticos, como en «crecimiento cero». Los más expertos en su uso fueron los nazis.
- La extensión. Se trata aquí de palabras grandes, irreales, ideales para las promesas como son «democracia» o «justicia». Son palabras seductoras nombradas para hacer alusión a lo más atractivo.
- El estiramiento. Es el caso de la nueva palabra «problemática» en lugar de problemas. Se busca con ella dejar al oyente estupefacto. Se da en el sector público y la idea es dar más importancia al asunto.
- Los prefijos. El prefijo «re» constituye una fórmula de seducción que desvirtúa o refuerza la raíz de la palabra sin que el cerebro consciente lo perciba. Otro ejemplo de descalificación es anti: anti-español, anti-ecológico. Es parte del lenguaje del poder.
- Las metáforas tramposas y mentirosas. Buscan identificar imágenes que no son iguales, como un gato y una liebre, como la ternura y el amor.
- Los artículos antonomásticos. «La» corrupción socialista es un ejemplo de palabras usadas por antonomasia. Excluye cualquier otra opción.
- El valor del pronombre posesivo. Éste es el caso del «nuestro», que engloba a quien habla y a quien lo escucha. «Nuestro triunfo» sería un ejemplo típico.
- Las ideas suplantadas. Existe un trueque para provocar engaño, como cuando se pasa de la ética a la estética.
- El salto semántico. Aquí el que sobresale es el de la ocultación de las mujeres en el lenguaje que presenta una sociedad masculina. Se oculta también lo no «políticamente correcto».
- El vocabulario ajeno. Tecnicismos químicos para los detergentes, palabras robadas por la política a áreas de conocimiento más prestigiosas.
Son palabras que buscan fascinar, hacer propaganda, persuadirnos de que las cosas son así. Hay que tener una conciencia semiológica para vivir entre ellas.
Según qué palabras utilicemos así formaremos nuestro pensamiento. Desde la política, la publicidad, hasta el amor y la literatura, muchos intentan dominar los mecanismos de seducción verbal para así manipular el pensamiento ajeno.
El autor hace un análisis sobre cómo las palabras manipulan nuestro propio pensamiento, este fragmento de su libro describe de forma sintética su opinión acerca de las palabras: “Son las palabras los embriones de las ideas, el germen del pensamiento, la estructura de las razones, pero su contenido excede la definición oficial y simple de los diccionarios. En ellos se nos presentan exactas, milimétricas, científicas… Y en esas relaciones frías y alfabéticas no está el interior de cada palabra, sino solamente su pórtico. Nada podrá medir el espacio que ocupa una palabra en nuestra historia.”
Con esto, el autor trata de dar a entender al lector modelo que las palabras surgen de nosotros y de nuestro pensamiento, nos sirven para comunicarnos, emociones, sentimientos…
Terminando…
El autor va mostrando la seducción natural o intencional que ejercen las palabras en el comportamiento de las personas por medio de ejemplos esclarecedores.
Alex Grijelmo nos hace reflexionar sobre lo difícil que es proteger la libertad cuando se carece de ”consciencia semiológica”. La necesitamos para darnos cuenta de la naturaleza de los signos y protegernos de los usos persuasivos y engañosos que constantemente nos invaden.
A mí es un libro que me ha encantado, y recomiendo mucho leer, hace mucho pensar y te das cuenta de muchas cosas.
Desde el inicio de esta lectura me atrajo muchísimo, empezando por el título. El libro está dividido en 10 capítulos los cuales fueron muy interesantes, ya que las palabras no son solo uniones para formar oraciones, sino también son cautivadoras del mensaje.
En el primer capítulo nos enseñan que las palabras no son sólo una herencia sino también una evolución, en el segundo cap. Nos habla de que la seducción parte de un intelecto, pero no se dirige a la zona racional de quién recibe el enunciado, sino a sus emociones, esto interviene muchísimo en la persuasión.
En el capítulo tres, ya no solo las palabras son importantes sino algo mucho más simple pero que es importantísimo, el sonido, esto construye la clave de acceso para que una idea entre en nuestra mente y en ella se encuentre el sentido.
Otro capítulo muy interesante es el de las palabras del amor, el cuarto, este es muy utilizado por los romanos, ya que es una época de muchas libertades, no existen tabú sobre el amor, cariño y tampoco el sexo, y esto ya hace una seducción aún mayor. Las seducciones del lenguaje sentimental no solo se dirigen a modelar la voluntad del otro. También sirven para ensalzar y endulzar las percepciones de las que puede disfrutar uno mismo en su relación con la realidad.
En el capítulo quinto, la publicidad utiliza las imágenes que significan, evocan y simbolizan las palabras, mientras más extrañas o extranjeras llaman mucho la atención.
El poder de las palabras, las palabras del poder, aquí subdivide a 9 importantes características de este tema, como por ejemplo las palabras grandes, largas, este nos enseña que una oración por más simple que esté compuesta, dentro de esta algo nos atrae, nos cautiva, no es necesario buscar palabras calves o extranjeras sino también posesivos.
La incursión en el área ajena, me llamó mucho la atención ya que no solo nos habla de que existen palabras que nos seducen sino también que intervienen en la vida personal del ser humano, algunos ejemplos es la política.
En el octavo capítulo la desaparición de la mujer, nos habla claramente como las palabras que discriminan e interfieren con el rumbo de vida de una mujer, pero todo esto se debe a un hacho social, ya que con el pasar de los años, la mujer ha ido despertando cambios en las acciones y actitudes del ser humano.
El valor de las palabras viejas, el penúltimo capítulo que se enfoca en nuestros ancestros, en nuestros padres, he aquí una vez más en las que se demuestra que el lenguaje, las palabras son heredadas; y finalmente el cap. Diez nos habla de la seducción de las palabras, este nos enseña con 12 subtemas los cuales hace un gran resumen de los temas ya expuestos.
Todos estos temas hablados anteriormente son importantísimos para el hombre, y en verdad nos ha demostrado que las palabras provienen siempre de un ancestro común.
Otra de las cosas muy importantes que encontré en el texto es que nos dice que no importa si uno no entiende esa palabra, aun así lo seduce, es verdad, te seduce pero no existe la misma fuerza de atracción que si entiendes esa palabra, pero al mismo tiempo si tu no entiendes esa palabra, por lo menos te interesas por conocer ese significado, haciendo de esto un “efecto bala” dentro de los efectos mágicos, como ya no lo había enseñado nuestro profesor.
Entonces las palabras tienen un poder que puede pasar inadvertido. Este sentido subliminal, oculto, constituye el elemento fundamental de su fuerza.
Un comentario que me gustaría añadir es que este texto me pareció súper interesante, uno de los pocos que me han atrapado con tanta intriga, no solo por su contenido sino también por la fluidez de las palabras.
¡Feliz miércoles!
Buenísimo! Super interesante todo lo que dices sobre las palabras, deberíamos poner más atención cuando las elegimos! Gracias por compartirlo 🙂