Algunos consejos para saber decir “no”

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«Atención. Concéntrate en tus prioridades. Di NO a todo lo demás. La vida es corta. Solo tienes una oportunidad de ser genial.» 

Robin Sharma. 

Hace no mucho escribí un post sobre decir “no”, si no lo has leído, te lo dejo aquí, te va a ser super interesante si no sabes decir “no”.

Yo antes siempre decía sí, me gustara o no la propuesta, me apeteciera o no y en el post que te comento en el párrafo anterior explico por qué tenemos que aprender a decir más a menudo no, por nuestra salud mental, física, productividad personal, por muchas razones.

Y si, reconozco que me ha costado mucho, y a día de hoy sigo trabajando en ello, porque mi primer impulso es decir sí, porque es mi ser. Pero he aprendido que decir siempre si acaba afectándome en todos los ámbitos de mi vida y que de alguna manera tenía que aprender, primero a diferenciar cuando sí de verdad, y cuándo no de verdad, y después de eso a decir no.

Decir constantemente que sí por miedo u obligación terminará provocando incomodidad, ansiedad, estrés y frustración. Normalmente porque implica poner las necesidades/prioridades de los demás por encima de las tuyas.

Como decía en el post referenciado, al final yo he aprendido a decir no a palazos, sobre todo por salud, y eso me llevó a reflexionar y poner prioridades en mi vida y aprender a decir no.

En el post de hoy, vengo a traeros algunos consejos que, a mí, en mi experiencia y en mi camino, me han sido de gran ayuda a la hora de saber decir no. Y como siempre, quiero compartirlo con vosotros, por si a vosotros os ayuda tanto como a mí.

Saber decir “no” sin sentirnos culpables es una de las habilidades que comprenden el comportamiento asertivo (te dejo un post sore la asertividad). Este consiste en la capacidad de expresar nuestras creencias, emociones y deseos de forma amable, directa y sin irrespetar los derechos de los demás.

¿Por qué es importante a decir no sin sentirnos culpables?

Os dejo un resumen gráfico de ese por qué y que menciono en el primer post sobre el “no”.

Por qué decir «no»

Mis consejos para saber decir “no”

Como comentaba antes, decir “no” sin sentir culpa es cuestión de aprendizaje.

1. Reconocer que tenemos derecho a decir que no, igual que a decir que sí, y esto no implica ser egoístas, malas personas o irresponsables, sino que significa que nos priorizamos.

2. Saber, aceptar que es imposible agradar a todos. Si el decir si es por agradar, déjame decirte que aun diciendo si vas a agradar a todos, además, es posible que se aprovechen de ti. Como he hablado en algunos de mis posts sobre conflictos, los desacuerdos y conflictos entre las personas son inevitables y no está mal que así sea.

3. Aceptar que no somos superhéroes y superheroínas, no podemos con todo, es imposible, tenemos que priorizar según necesidades, importancias, lo que queremos, pero ese ejercicio es imprescindible que lo hagamos. Sé consciente de que el apoyo que quieres dar debe ser una decisión propia, libre y sin peso. Es posible ser solidario y cooperador sin tener que decirle que sí a todo el mundo.

4. Acepta y siente las emociones que surgen de ese decir “no”. Es evidente que ni quien lo recibe ni quien dice que no siente agrado de ello, pero nosotros como trasmisores de ese “no” tenemos que saber que van a surgir emociones negativas como frustración, ansiedad, aceptarlas, es parte del proceso y dejar que se vayan.

5. Debes de saber distinguir de verdad entre lo que si quieres y lo que no quieres, que sistemáticamente no sea “no” o “si”. Puedes usar las emociones y sentimientos para ello. Si sientes algo en el estómago, estrés, ansiedad, o sentimiento de desgasto o pocas ganas, blanco y en botella, seguramente será que no.

6. Si de una vez no sabes decidir, no tenemos que dar respuestas inmediatamente, puedes responder que tienes que pensártelo, ver pros, contras, que sientes si sí, qué sientes si no. No te comprometas de una.

Si te soy sincera, yo si tengo dudas suelo decir que no, ¿por qué? Un consejo muy valioso y que sigo teniendo en cuenta a día de hoy de mi padre es que “si hay dudas, no hay dudas, es que no”. Normalmente nos daos cuenta muy rápido del sí, pero cuando no es tan rápido hay algo detrás que es un no. Y luego, además, de hecho, pensárselo puede dar pie a que se nos ocurran alternativas que sean un win/win.

7. A mí me gusta ser clara, no dar rodeos, cuando das rodeos para decir que no, puedes dar a malentendidos, que ellos entiendas si cuando es un no, que sientan que les estás tomando el pelo, o que estás poniendo excusas. Creo que a todos nos gusta que sean sinceros con nosotros y claros. Cuando algo es que no, es no y punto no hay que dar explicaciones ni justificaciones, eso lo tienes para ti, al resto le importa un pimiento.

8. La posición del cuerpo influye mucho. Normalmente cuando decimos que estamos seguros de algo nuestra posición corporal es firme, cabeza alta, mira a los ojos, que tu expresión facial sea seguro. Piensa en situaciones que hayas estado así y practica ese mismo comportamiento con respuestas negativas.

9. Algo que te puede ayudar es practicar respuestas. Haz un repaso en situaciones anteriores en que hayas dicho que sí, queriendo haber dicho que no, cierra los ojos, siente lo que sentías, ve lo que veías, oye lo que oías. Una vez hayas entrado en esta posición, y lo tengas visualizado y sentido, empieza por lo corporal y luego con las palabras. Este tipo de prácticas son muy potentes. Yo la visualización la uso en muchas situaciones, por ejemplo, cuando voy a hablar en público, que no me gusta mucho y visualizo que me va a salir bien, a mi dando la charla, sintiéndome bien, viendo que la gente disfruta.

10. Y para acabar, algo que es muy importante, que te de igual el que digan o piensen los demás. Tú eres el primero que tiene que estar satisfecho y punto.

Terminando…

Decir no a tiempo nos evitará hacer cosas que no queremos realizar. Tenemos que aprender a priorizar lo que queremos hacer y anteponer nuestra voluntad y necesidades a la de los demás. No se trata de ser egoísta, y no tenemos que sentirnos mal o culpable por ello. Simplemente se trata de mirar por nuestros intereses, ya que, si nosotros no los tenemos en cuenta, nadie lo hará.

¡Feliz miércoles!

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