“La cooperación no es ausencia de conflictos, sino el medio para resolver el conflicto”
Deborah Tannen
Una semana más quiero hablaros de otra técnica en la resolución de conflictos que nos puede ayudar en nuestro a día a día.
Como sabréis si me seguís, que ya he publicado varias técnicas que nos pueden ayudar, sobre todo, el elegir unas u otras dependerán del conflicto y de las personas que formen parte de ese conflicto.
Es por ello que os quiero dejar en este blog, todas las técnicas que yo conozco y alguna vez he puesto en marcha para poder usarlas según veamos convenientes como facilitadores.
Antes de ver la que os traigo hoy, os hago una recapitulación de estas otras técnicas para no perdernos nada:
- Cómo se producen los conflictos
- 6 tipos de conflictos en las organizaciones
- Mis valores a la hora de abordar los conflictos, parte 1 y parte 2
- ¿Los conflictos tienen una connotación negativa?
- Técnicas de negociación, estrategia win/win
- PMI una técnica para la resolución de conflictos
- El cambio de rol, otra técnica
- El juicio otra técnica de resolución de conflictos
- El guiñol problemático
Vamos con otra más…
Lo positivo y lo negativo…
Como ya todos creo que sabemos cómo se produce un conflicto, voy a evitarme todo el inicio de la técnica para no aburriros, me lo voy a saltar.
En esta ocasión también se requerirá otra persona, una tercera persona neutral en el asunto, pero en este caso, hacemos un enfoque diferente a la hora de abordar el conflicto.
La idea es que una vez originado el conflicto cada uno de los implicados deberá decir que es lo que no le ha gustado de la otra/s persona/s señalando qué es lo que, según su punto de vista, ha causado el conflicto.
Este proceso, de decir qué es lo que no ha gustado, deberá seguirlo cada uno de los implicados.
Señalado el porqué del conflicto, cada parte, después de decir lo que no le gusta de la otra persona debe proceder a dar una posible solución a ésta. A partir de aquí, tras haberse realizado las propuestas, ambas partes tienen que decidir cuál es la más idónea.
Finalmente, seleccionado el camino que van a utilizar para cambiar la situación, cada parte debe resaltar que es lo que más le ha gustado de la/s otra/s persona/s y qué destacaría positivamente en esta resolución de conflictos.
De esta manera, conseguimos acabar con un ambiente relajado, positivo y orientado a las soluciones y colaboración.
Terminando…
La resolución de conflictos es un proceso que implica la voluntad de todas las partes involucradas por dar solución a la confrontación y para ello puedes emplear muchas herramientas que te faciliten el proceso. Lo importante es que asumas el conflicto de forma inteligente, para hallar una solución oportuna y efectiva tienes que asumir el conflicto como una oportunidad de crecimiento.
Seguro que sabrás que la capacidad de resolver problemas es una habilidad muy valorada tanto a nivel personal como laboral y que en muchas ocasiones te permitirá salir de una situación que te mantenga estancado o no te permita avanzar.
Las habilidades se adquieren cuando las pones en práctica. Si comienzas a aplicar todas estas herramientas y métodos de resolución de conflictos, podrás ver como mejoran tus resultados en todos los contextos.
Espero haberte ayudado a Ser mejor o al menos a colmar tu mochila de más herramientas para ello
¡Feliz miércoles!
