“El que nunca ha aprendido a obedecer no puede ser un buen comandante”
Aristóteles
Ser un mal jefe es mucho más fácil que ser un buen jefe. Cuando hablo de jefe mediocre, estoy hablando de algo totalmente diferente a un líder, al final en el mundo tradicional son jefes, en este nuevo mundo al que estamos yendo, son líderes, pero aun así, no basta con ser un líder, sino que también hay que saber asumir el papel de líder y ser un buen líder, lo cual no es una tarea nada sencilla.
Sin embargo, por desgracia, en el mundo empresarial aún hablamos más de jefes, que de líderes, a parte de que no abundan los grandes líderes, sino justo la figura contraria: el mal jefe/líder. Un mal jefe es un verdadero quebradero de cabeza para sus empleados y el problema número para la empresa que lidera.
Hoy yo quería dar algunas claves para identificar lo que es un mal jefe, o un jefe mediocre, y por supuesto bajo mi punto de vista y experiencia, reitero que es solo una opinión, y puede haber personas que estén a favor o encontra, que modifiquen algunas de las claves o quitan o añaden y por supuesto dispuesta a abrir un hilo de debate con este tema =).
Así que… vamos a ello:
Claves para aprender a identificar a un mal jefe
- No tiene visión de futuro. El mal jefe solo piensa en el presente y no tiene capacidad para vislumbrar el futuro, por lo que es incapaz de conducir y motivar a su equipo hacia las metas de la organización.
- Falta de comunicación. Los grandes líderes son grandes comunicadores, mientras que los líderes mediocres y malos jefes son incapaces de hacer llegar un mensaje.
- No inspira confianza. Si los trabajadores no se atreven a entrar en el despacho de su jefe por desconfianza, es porque tienen un mal jefe cerca. El exceso de orgullo y arrogancia no es un rasgo positivo.
- Es rígido. El líder ha de ser flexible y capaz de adaptar sus métodos de trabajo a cada situación. Por contra, la rigidez y la negación al cambio son características de un mal jefe.
- No realiza cambios. Los cambios son positivos en las empresas pero muchos jefes los ven con miedo y recelo y bueno puede ser lícito porque es salir de nuestra círculo de confort, pero es señal de un mal jefe. Una empresa que quiera tener éxito ha de ser capaz de innovar constantemente.
- Ignora a los clientes. El mal jefe está tan centrado en asuntos sin importancia que pierde de vista el objetivo más importante de todos: satisfacer las necesidades de los clientes.
- No se involucra. Si un jefe no se involucra con su equipo de trabajo, difícilmente se ganará su respeto. Esto, evidentemente, repercute sobre los buenos resultados de la plantilla.
- No escucha. Es la característica típica del mal jefe: creer que su opinión es la más importante de todas y no escuchar la de la gente que lo rodea.
- Habla mal de los trabajadores a sus espaldas. Es tal la inseguridad de algunos jefes que se atreven a criticar a sus empleados a sus espaldas, en lugar de afrontar los problemas con ellos de frente. Con esto pierden toda su autoridad moral para liderar, claro, es que no son líderes.
- Evita las decisiones difíciles. En ocasiones hay que tomar decisiones duras. El jefe ineficiente siempre busca la excusa para no ser él el que tome tal decisión, lo cual hace que los problemas vayan a más.
- Es falso. No hay nada peor que percibir a un jefe como una persona falsa y en la que no puedes confiar. Va muy de la mano con esto de hablar mal a las espaldas de alguien.
- No conecta con su equipo. Es un bicho a parte, no tiene nada que ver con el equipo con el que está rodeado y eso le lleva empeorar aún más sus otras características de mal jefe.
- No admite errores. Es de humanos equivocarse y probablemente él sea quién más lo hace, aunque se excuse con facilidad desde su posición. Sin embargo, con sus empleados no tolera fallos en el día a día.
- Busca culpables: De la mano de la clave anterior, y hay errores, busca culpables en vez de soluciones.
- Roba el protagonismo a sus empleados. Cuando estos hacen algo bien, es él quién se lleva el mérito. Esto provoca un ambiente de desmotivación laboral en el que no se premia el buen trabajo.
- Siempre está atendiendo emergencias. Una reunión urgente, una llamada imprevista, un trabajo de última hora… Cualquier excusa es buena para confirmar su mala capacidad de organización.
- Incumple las promesas. Prometer es la mejor forma de motivar. Incumplir una promesa es la manera más efectiva de tirar por la borda la motivación de tu equipo.
- No ama su trabajo. Quizás sea el rasgo principal del pésimo líder: una persona que ocupa un puesto de responsabilidad a pesar del poco aprecio y afecto que siente por el trabajo que realiza.
Os dejo un resumen gráfico, más exactamente un bubble map, para recapitular cada una de esas claves.
Terminando…
Como véis, es bastante fácil detectar a un mal jefe y, por desgracia, seguro que muchos de vosotros habéis detectado varias de estas características en vuestro jefe o antiguos jefes. Para ser un buen líder hay que estar listo, estar dispuesto y ser capaz, o al menos para no ser un jefe mediocre y no todo el mundo es capaz de cumplir estos requisitos.
La clave para entender el comportamiento de un jefe mediocre es mirando su desconfianza, pues le tienen miedo no solo a sus jefes, también a sus compañeros y hasta a su propia sombra. Siempre están en el límite, por eso arremeten constantemente contra las personas que no se ajustan a su temperamento malicioso.
Y también os digo, que muchas de las idas de trabajo, se deben a este tipo de jefes. Y también os digo, ahora la época de los milenials y la tecnológica, no van a admitir este tipo de comportamientos y jefes, a raíz de estos, comienza una nueva época, en el que si no eres líder, o al menos un buen jefe, olvídate de que estas personas que llegan al mundo laboral quieran trabajar contigo, o con una empresa de esta cultura. Y si entran, es a cambiar lo tradicional a algo mejor, como he hecho yo como agente del cambio =).
Y hasta aquí hoy…
¡Feliz miércoles!
